07 octubre 2011

Perro

- Qué humillante -dice él por fin-. Con tan altas esperanzas, mira que terminar así...
- Estoy de acuerdo: es humillante, pero tal vez ese sea un buen punto de partida. Tal vez sea eso lo que debo aprender a aceptar. Empezar de cero, sin nada de nada. No con nada de nada, sino sin nada. Sin nada. Sin tarjetas, sin armas, sin tierras, sin derechos, sin dignidad.
- Como un perro.
- Pues sí, como un perro.

Desgracia, J. M. Coetzee

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